Centro Guadalinfo de LOS GUÁJARES (Granada)

-RELATOS SOBRE LA MÚSICA-

Los relatos ganadores que presentamos a texto completo han sido los de:
-PRIMERO: Carmen María Ruiz Maldonado.
-SEGUNDO: Juan Antonio Correa López.
-MENCIÓN ESPECIAL: Seren y Daffyd Williams Beck.

Érase una vez en una costa granadina en la que había una playa de la que salió un hombre de las profundidades y tocaba la flauta con una canción de María Isabel. Sonaba así: “el pintalabios, toque de rimel, moldeador, como una artista de cine. Peluquería, crema hidratante y maquillaje, que es belleza al instante...”, y cantaba muy bien y era famoso y se llamaba Don Alonso.
El hombre estuvo de viaje por todo el país, sin parar de triunfar y conocer a gente nueva y tener cada vez más amigos.
De todos había una señorita, amante de todo tipo de música, de la que enamoró nada más hablar un poco. Él se casó con ella y vivieron felices y comieron perdices.

Autora: Carmen María Ruiz Maldonado, 8 años.

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Éranse una vez tres músicos que querían recorrer toda Andalucía en busca de canciones para después cantarlas en Guájar Faragüit. Estuvieron en Madrid y allí encontraron a un amigo llamado Pedro que iba con su saxofón. Después fueron a Barcelona y conocieron la canción de “la gasolina”, y más ciudades, como por ejemplo Motril y también Granada. Molvízar. Ítrabo.
Antes de irse fueron a una tienda de Ítrabo que se llamaba “todos los instrumentos”. Allí Pedro se
compró un nuevo saxofón, y así ya tenían su banda formada.
Ellos siguieron tocando y viajando, y siempre siendo muy felices.

Autor: Juan Antonio Correa López, 9 años.

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Érase una vez en la Luna unos niños que cantaban cuando tocaban la guitarra y a los que les gustaba la canción “Satisfaction” y sus profesores eran miembros de una banda de Rock.
Estos niños también querían formar una banda, y un día estaban estudiando mucho en clase y empezaron a tocar todos juntos. Todo fue improvisación y cada vez iba sonando mejor, y sus compañeros de otras clases fueron a escucharlos.
Y un día fueron a América para cantar ahí y dieron un gran concierto que fue un éxito.

Autor: Dafydd Williams Beck, 8 años.

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Un día en la luna había una niña que estaba sola tocando el piano, y estaba triste porque sus amigos no llegaban para irse a un concierto de María Isabel.
Mientras esperaba tuvo una sorpresa: una cometa con mucha luz llegó y se paró junto a ella. La niña la cogió y vio que podía subirse en ella y viajar a donde quisiera.
Tras un rato, decidió ir a buscar a sus amigos, y así todos juntos se fueron al concierto.

Autora: Seren Williams Beck, 7 años.

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-POESÍAS O HISTORIAS-

Las poesias e historas finalistas corresponden a José Rodríguez Haro y María Molina Rodríguez, y aparecen a continuación.
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SI MI VOZ MURIERA

Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y déjala en la ribera.
¡Oh mi voz condecorada!
Con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre la ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento una vela.

Autora: María Molina Rodríguez.

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Cuando llega el mes de abril
y florecen las praderas
los pájaros con sus trinos
anuncian la primavera.

Eres como un águila real
que sus alas extendiera
anunciando al mundo entero
ya se acerca la primavera.

Los niños en sus poblados
corretean por las eras
se dicen unos a otros
ya estamos en primavera.

Las mocitas en los pueblos
lucen en sus pecheras
todas las flores que nacen
en primavera.

Y cuando llega el mes de junio
y hay miles en las eras
decimos unos a otros
ya se fue la primavera.

Autor: José Rodríguez Haro.

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LA MONJA GITANA

Silencio de cal y mirto
malvas en las hierbas finas.
La monja borda alheliar
sobre una tela pajiza.
Vuelan en la araña gris,
siete pájaros del prisma.
La iglesia gruñe a lo lejos
como un ojo panza arriba.
¡Qué bien borda! ¡Con qué gracia
sobre la tela pajiza!
ella quisiera bordar
flores de su fantasía
¡Qué girasol! !Qué magnolia
de lentejuelas y cintas!
¡Qué azafranes y que lunas
en el mantel de la misa!
Cinco toronjas se endulzan
en la cercana cocina.
Las cinco llagas de Cristo
cortadas en Almería.
Galopan dos caballitos
un rumal último y sordo
le despeja la camisa
y al mirar nubes y montes.
¡Por los ojos de la monja!

Autora: María Molina Rodríguez.

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Viejo molino del río
de nostalgias escondidas
que nunca la luz verán.

Como gotas de rocío
que se van diluyendo
en el río.

Buscando un remanso de paz
así eres tú, molino del río.

Entre yedras y palmeras
cipreses y pinos reales
allí estabas tú escondido
junto a la vera de un río.

Allí en el molino del río
vinieron de no sé donde
buscando sosiego y paz.

Lo llegaron a encontrar
junto a la orilla del un río
allí en el molino del río.

En las noches frías de invierno
al ruído de los motores
se molturaban las aceitunas
que cosechaban los labradores.

Oro fino y transparente
el aceite relucía
para llevarlo a vender
por toda nuestra Andalucía.

Y aquí termina el relato
de este humilde productor
que sintiéndose poeta
muere de pena y de amor.

Autor: José Rodríguez Haro.

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LOS AÑOS DE LA VENDIMIA

Cuando iba a la vendimia
no iba para divertirme,
iba porque me hacía falta.
Aquí la vida era imposible.

Me pasé catorce años
para seguir adelante,
porque si seguíamos aquí
no tendría una casa grande.

Aunque sufríamos mucho
todos los días trabajando
desde que empezaba el día
el cuerpo se iba atormentando.

Volvíamos casi de noche,
porque era por cuenta nuestra
y al regresar a la casa
teníamos que hacer la cena.

Después de tanto trabajo
desde que llegaba el día
a los que iban con nosotros
también le hacía la comida.

Cuando peor lo pasaba
era cuando allí llovía,
porque a pesar de la lluvia
el trabajo allí seguía.

Pero ahora yo me alegro,
aunque allí tan mal estaba,
porque antes no tenía
y ahora no me falta de nada.

Autora: María Molina Rodríguez.

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Al pie de la Sierra
junto al Darro
y al Genil.
Está sentada Granada
la que soñó Boabdil.

En la ladera de un monte
en frente del Albaicín
construyó el rey su palacio
al estilo nazarí.

Cuando los Reyes Católicos
llegaron a Santa Fé
se quedaron admirados
de ver tan hermoso edén.

Al frente Sierra Nevada
el Palacio de la Alhambra
y la Torre de San Miguel.

Cuando la reina Cristiana
vino a visitar Granada
la vio con tanta hermosura
que de ella quedó enamorada.

Granada cristiana, mora y judía
de recuerdo nos dejaron
el borrico de la judería
nuestra hermosa catedral
palacio de la Madraza
y el palacio episcopal.

Subiendo por el Zacatín
nos conduce al Albaicín
que es el barrio más castizo
que jamás pudo existir.
Con su cueva la Chumbera
donde se baila la zambra
al son de las castañuelas.

Frente el palacio de la
Alhambra que es la joya
más preciada que tenemos en España.

Mientras tanto el rey moro
vivía despreocupado
hasta que empezó la guerra
entre moros y cristianos

Después de años de guerra
el rey se rindió,
entonces los Reyes Católicos
le hacen una proposición
que se tenían que marchar
para no volver jamás

Mientras tanto el rey moro
de esta manera decía:
"yo me marcho de Granada
por no querer perder la vida".

Su madre que era muy soberbia
a su dijo dice así:
"lloras como una mujer
lo que no supiste defender".

Y aquí termina la historia
de los moros en Granada
que fue la guerra más larga
que hemos tenido en España.

Autor: José Rodríguez Haro.

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LA VIDA DE MÍA

Me asomé a la ventana
por ver al pescadero pasar
para poder preguntarle
si boqueroncillos traerá.

Cuando la lavadora lava
y la tengo que tender,
tengo la lavadora cerca
y con el pecho me sujetaré.

Tú me sostienes con los tubos
para que no me pueda caer,
a la primera cuerda llego
y a la tercera no alcanzo bien.

Para ponerle las pinzas
negra me veo yo ya,
porque yo ya no puedo
estirar mi cuerpo más.

Pero aunque sea pequeña
tengo tres hombres que cuidar
y tengo que sacar fuerzas
para poder actuar más.

He estado diez años trabajando
seguidos sin descansar
y cuando llegaba a casa
me ponía a blanquear.

Por la noche no dormía,
porque me tenía que dejar
todos los platos fregados,
los suelos les hacía igual.

Y luego me levantaba,
porque tenía que hacer
antes de irme al trabajo
la comida para los tres.

Así mi vida ha sido
sufrimiento nada más,
porque el Señor me hizo pobre
y nunca me he podido estirar.

Pero ya que estoy mejor
podría comer algo más,
pero tengo tantas cosas
y no las puedo disfrutar.

Pero yo ya quisiera
que siquiera siga así

para poder cuidar de ellos

hasta que llegara el fín.

Autora: María Molina Rodríguez.

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